Creado en 1990 por Kenji Kawamaki, quien era editor de una revista donde en una ocasión le sobraron hojas decidió publicar los inventos que hacía en su tiempo libre.
Inventos que no son realmente útiles pero a la vez no son inútiles, por lo general, lo que los vuelve inútiles es el mismo diseño. Tienen uso pero probablemente nunca las vayas a usar.
Chindogu viene del japonés “chin” que significa extraño y “dougu” que significa herramienta. Y tiene su propias reglas (aquí están en la página oficial):
- Debe ser (casi) inútil: Si tu invento es demasiado útil, algo que usas todo el tiempo, lástima no es Chindogu. Mejor intenta venderlo porque seguro vale millones.
- Debe de existir: Debe dejar de estar en papel, la humanidad debe conocer lo casi inútil que es.
- Debe expresar libertad de pensamiento y acción: Mientras las cosas normales deben brindar eficiencia y facilidad de uso, Chindogu debe ser libre de ser.
- La inutilidad de Chindogu debe ser comprendida por todos: Todas las personas deben darse cuenta de que es un invento inútil.
- El humor no debe ser la razón de ser: La manera poco convencional de resolver un problema es lo que debe de generar humor.
- Los chindugu no son tabus: No pueden mostrar bromas baratas y de mal gusto que no respeten a algún ser vivo.
- Chindugo no debe estar a la venta: De todas formas no te volverás millonarix con este invento.
- Chindugo no es propaganda: Son inventos para usarse aunque sean (casi) inútiles.
- Chindugo no se debe patentar: Debe ser libre de usarse por el mundo
- Los chindugo deben ser carentes de prejuicios: No se debe discriminar raza, religión, grupo de edad, género o clase. Chindugo ve a todos los humanos como iguales.
